Sí, nos preguntamos...
A veces te preguntas por qué hay tantas
imágenes, figuras, láminas y esculturas representando a los seres de luz. Hoy
acudo a ti llenando tu espacio de amor y con mi aura emanando destellos de
felicidad, satisfacción y ternura por abrazarte y comentarte que somos nosotros
mismos los que estamos llegando a vuestros corazones… Susurrándoles dulcemente,
inspirando a los artistas: pintores, escultores, compositores, poetas,
escritores, para que nuestra imagen sea plasmada en sus obras. No queremos que
nuestra figura se limite a las iglesias y templos.
Queremos que en todas partes sintáis
nuestra presencia y no os sorprendáis cuando tengáis una vívida experiencia con
un ser celestial. Cada vez que alguien nos invoca con devoción, las imágenes
que representan seres de elevada vibración se convierten en canales por donde
fluye nuestra dorada emanación… como una bendición.
La imagen no es un ángel, únicamente nos
representa, igual que una fotografía puede simbolizar a un ser querido… y no
hacéis mal en emplearla. De hecho nos agrada que uséis representaciones
nuestras en vuestros hogares y en vuestra persona… porque nuestras imágenes os
transmiten más armonía que si decoráis vuestros hogares con figuras de
animales, flores, plantas artificiales, instrumentos y utensilios… o con
cuadros de paisajes, frutas o figuras humanas. Hay quienes adornan su entorno
con búhos, gatos, elefantes… o con hojas árboles, lazos… Pero cuando usas con
respeto algo que nos representa nos llena de alegría.
Fuente: Diario de Lucy Aspra
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