Los Ángeles a través de la historia y en la actualidad...
La mayoría de nosotros ha visto alguna vez pinturas de ángeles con aspecto de seres humanos bellos, con alas y vestidos holgados. Normalmente los representamos con halos y auras de luz blanca que rodean sus cabezas. Siempre los ángeles nos son descritos de la misma manera, pero a veces se nos aparecen como luces blancas deslumbrantes, casi cegadoras.
¿Cómo llegaron los pintores y escribas de antaño a la conclusión de que los ángeles están provistos de alas y auras?. Los primeros libros del Antiguo Testamento no los describían de esta forma, sino como gente corriente vestida con pieles de cabra (simbolizando la pureza, la luz y la santidad) o como jóvenes sin alas. Las alas y auras aparecieron en el arte cristiano en los tiempos del emperador romano Constantino (312 d.C.), quien se convirtió al cristianismo después de haber visto una cruz en el cielo antes de una importante batalla. Anteriormente los panteones griegos incluían dioses alados, tales como Hermes y Eros, que entre otras funciones, ejercían de mensajeros entre los dioses del Olimpo y los dioses menores de la tierra. La palabra ángel proviene del término griego "angelos", que significa mensajero.
Dado que los ángeles eran los mensajeros de Dios, con el tiempo se les atribuyeron alas, al igual que a Hermes y a Eros. Las alas simbolizan la celeridad con la que los ángeles transportan sus mensajes. El halo o aura de luz blanca simboliza sus orígenes, es decir, el cielo.
Las antiguas culturas de Egipto, Babilonia, Persia e India contaban con ángeles alados a veces llamados "dioses". Probablemente estas tradiciones influyeron en los griegos y en los romanos. Estos fueron los primeros que en Occidente pintaron ángeles con alas. El Yoga Sutras de Patanjali, profesor indio de meditación contemporáneo a Platón, explicó la manera de entrar en contacto con "seres celestiales". Esta consistía en concentrarse en la luz interior de nuestras mentes. Estos seres de la luz conectaban en reino divino con el humano.
Zoroastro (conocido también como Zaratustra) describió detalladamente en su Avesta sus numerosos encuentros con ángeles y explicó que estos no eran entes que se encontraban entre Dios y la humanidad, sino extensiones y proyecciones de Dios hacia la humanidad.
Los ángeles de hoy no son muy diferentes a los ángeles de la época en que fueron descubiertos. Siempre se ha pensado que los ángeles eran para los humanos la principal conexión entre cielo y tierra. Aunque los conceptos de Dios han ido variando, los ángeles no han dejado nunca de proporcionar a los humanos crecimiento espiritual y felicidad.
Extraído de: Los Ángeles como Mensajeros
Terry L. Taylor
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